Son muchísimas las personas que están en la búsqueda desesperada por adelgazar.
En este artículo te contaremos las 4 cosas que no estás teniendo en cuenta y que te están haciendo fracasar.
¿Qué necesitas para adelgazar?
Básicamente, para adelgazar necesitas quemar más calorías de las que ingresan a tu cuerpo a través de lo que comes diariamente.
Para ello existen dos claves a tener en cuenta:
1) Aumentar tu gasto energético
Aumentar el gasto energético, significa gastar más calorías diariamente. ¿Como gastas calorías? Mira
Los dos grandes factores que influyen en el gasto energético, es el metabolismo basal y la actividad física que realizas.
El metabolismo basal de cada persona es diferente, pero una gran parte del consumo energético total diario de una persona (entre el 60/70%) es consecuencia de estos procesos fisiológicos.
La actividad física, es otro componente sumamente importante en lo que hace a gasto energético. Si eres una persona activa, quemas más calorías que alguien que pasa todo el día sentado.
Si deseas calcular cuál es tu gasto energético diario, te invitamos a probar la nuestra calculadora.
2) Consumir menos calorías
Este segundo concepto es bastante conocido por muchos. Las famosas «dietas».
El sentido es muy simple. Cuando la energía que entra es mayor a la energía que gastas (balance energético positivo) , las personas aumentan de peso; cuando la energía que gastas es mayor a la energía que entra (balance energético negativo), la gente pierde peso.
Si existe equilibrio entre lo que gastas y lo que ingresa a tu cuerpo, mantendrás tu peso.
Grandes errores por los que no adelgazas
Pese a que ambas técnicas son perfectas para adelgazar, existen algunas cosas que quizás no tienes en cuenta y te están ayudando a fracasar. Veamos las 4 que más se repiten.
1.- Duermes poco
El sueño juega un papel importante en tu salud física y emocional, ayuda a la función cerebral, lo que reduce el riesgo de enfermedades crónicas, promueve el bienestar mental, fortalece el sistema inmunológico.
Además de hacer que te sientas mejor, el sueño es el momento en el que tu cuerpo reparay regenera los daños que se producen como consecuencia de tus entrenamientos. Además, mientras duermes se construyen huesos y músculos.
Dormir pocas horas al día, aumenta tu sensación de cansancio, lo que puede afectar tu deseo de practicar actividad física y la percepción del agotamiento frente a entrenamientos o carreras.
Otros efectos negativos de la falta de sueño:
- Problemas con la regulación de la temperatura corporal.
- Aumento de cortisol (la hormona del estrés).
- Declive en la función inmune.
- Aumento de los niveles de hormonas inflamatorias tales como la C-reactiva.
Quizás te estés preguntando qué tiene que ver esto con adelgazar. Pues, aunque probablemente no lo tengas en cuenta, dormir pocas horas te puede hacer mas susceptible de sufrir antojos por comida chatarra y así arruinar cualquier esfuerzo que estés realizando (ingresa AQUÍ).
2.- No estás contando las calorías de las bebidas que consumes
La hidratación de un corredor es un aspecto importante, no solo para el rendimiento deportivo sino también para el consumo de calorías sin que te des cuenta.
Para evitar que tus bebidas aporten elevadas cantidades de calorías y te hagan aumentar de peso sin darte cuenta, te recomendamos que tengas en cuenta estas precauciones:
- Evita el alcohol: Las bebidas con alcohol presentan una serie de dificultades que combinadas pueden ser terribles. En primer lugar, las bebidas con alcohol (cualquiera sea), aportan calorías. La cantidad de energía que aporta un gramo de alcohol es tanta como 7 kcal, recordemos que es una cantidad bastante importante ya que es considerablemente más de las que aportan cada gramo de hidratos de carbono y proteínas (unas 4 kcal/g) y un poco menos que las que aportan las grasas (9 kcal/g). El segundo problema que genera el alcohol es que cuando se bebe, se suelen consumir una cantidad elevada y muchas veces sin control. Una persona se junta con amigos y empieza tomando una cerveza, pasan las horas y seguramente haya tomado algunas más. Otros cenan con vino, algunos beben una sola copa, otros más. Con cada vaso o copa de la bebida con alcohol, estás consumiendo una gran cantidad de calorías, sin siquiera darte cuenta. El resultado: engordas. El tercer problema es que muchas bebidas alcohólicas contienen azúcar, lo que significa una mayor cantidad de calorías, agravando el problema.
- Evita las bebidas con azúcar agregada y cualquiera de sus variantes: Si deseas adelgazar, es indispensable que evites las bebidas con azúcar agregada. Chequea la información nutricional y asegúrate de que tus bebidas no contengan: sacarosa; jugo de caña; miel de caña; edulcorante de maíz; miel de maíz, dextrosa; fructosa; concentrados de jugo de frutas; glucosa; miel; azúcar invertida; maltosa; etc.
3.- Tienes demasiado estrés
El cortisol se conoce popularmente como la hormona del estrés y nos puede producer obesidad troncular, ya que redistribuye la grasa, hace que tengamos más grasa en la zona abdominal y menos en los brazos y las piernas.
El cortisol (hidrocortisona) es una hormona hormona esteroidea, o glucocorticoide, producida por la glándula suprarrenal (ubicadas encima de los riñones) que se libera como respuesta al estrés y a un nivel bajo de glucocorticoides en la sangre.
Es decir, la misión del cortisol es ayudarnos a sobrevivir en situaciones de estrés, cuando nos forzamos demasiado aumentamos el estrés diario en nuestro cuerpo, y eso provoca un estado de liberación de cortisol crónica.
Este estado de liberación de cortisol puede hacer que almacenemos el exceso de grasa como un instinto de supervivencia.
El cortisol provoca el aumento de insulina y la elevación de estos niveles desencadena un aumento del apetito, especialmente por consumir dulces y féculas.
Esta forma de comer favorece el almacenamiento de grasa, generando altos niveles desustancias inflamatorias en el hígado.
Por otro lado, el cerebro también se ve afectado, pues al intentar aliviar el estrés con comida, activamos el centro de recompensa del mismo; por ejemplo, comer un helado o unas papas fritas nos crea una sensación de bienestar, pero una vez ha pasado el efecto, sentimos deseos de consumir más de esos alimentos que, supuestamente, nos relajan.
Por tal motivo, es importante saber cómo manejar el estrés y conocer la forma en cómo nuestras emociones estimulan nuestro deseo de comer, para desarrollar estrategias que nos ayuden a alimentarnos mejor y a evitar ganar esos kilos que pueden ocasionarnos serios daños.
4.- No estás entrenando lo suficiente
Ya te explicamos que para adelgazar, es vital aumentar el gasto energético. Una excelente forma de hacerlo es entrenar más.
Si estás corriendo y no estás viendo los resultados, echa un vistazo a tu calendario y anota las veces que has corrido este mes.
Salir a correr una vez a la semana 40 minutos o un par de veces 20 minutos, no te hará quemar las calorías necesarias para que sientas el descenso de peso.
Aumenta gradualmente el kilometraje que corres, sé constante y consistente en tus entrenamientos y sin darte cuenta pronto estarás descendiendo de peso.
Otras causas por las que no pierdes peso
La obesidad y el sobrepeso son dos problemas para la salud a nivel mundial; el exceso de peso (aunque sean solo algunos kilos), también.
Nos cansamos de repetir que para lograr adelgazar es importante gastar más energía de la que consumes, y aunque esto es real, para algunas personas no resulta suficiente.
En este artículo, te mostraremos una infografía de la Sociedad de Obesidad de los Estados Unidos que recopila una cantidad de culpables (contribuidores) que muchas veces olvidamos mencionar y tener en cuenta.
Como ya adelantamos, aunque técnicamente estos conceptos son indiscutibles, los problemas de exceso de peso son mucho más complicados que las calorías que ingresan y las que gastas.
A continuación te mostramos la infografía a la que hacíamos mención al comienzo del artículo.
Como muchos de nuestros lectores no leen inglés, explicaremos brevemente la información que se encuentra en este detallado gráfico.
La imagen se divide al medio en forma vertical en dos sectores: «Inside the person» y «outside the person» y en ella se colocan los contribuidores a la obesidad internos y externos.
Causas internas
Entre los contribuidores internos, se destacan algunos muy conocidos y otros tantos muy olvidados:
- Alimentación desordenada (atracones, comidas nocturnas, adicción a las comidas).
- Saciedad retardada
- Inflamación crónica
- Sensibilidad al dolor
- Discapacidades físicas y mentales
- Depresión y ansiedad
- Fuentes patológicas de desregulación hormonal como la disfunción tiroidea.
- Factores Genéticos
CULPABLES EXTERNOS
La lista de culpables externos, también es muy interesante. Veamos algunas claves:
- Falta de información nutricional
- Comer fuera de casa
- Tamaño de las porciones
- Considerar a la alimentación como una actividad recreativa
- El estrés maternal
- Madre fumadora u obesa
- Haber nacido por cesárea
- Uso de drogas que inducen el aumento de peso
- Déficit de sueño
- Haber dejado de fumar
- Conflictos familiares
- Desocupación
- Iniciar una relación amorosa
- Sedentarismo
- Conducir en vez caminar
La lista es larga y en muchos casos se suelen dar la combinación de muchos de estos factores.
Por eso mismo, los problemas de exceso de peso son un verdadero problema mundial y la lucha contra ellos no es nada simple.
The Obesity Society (TOS) http://www.obesity.org/obesity/resources/facts-about-obesity/infographics/potential-contributors-to-obesity