La rotura del tendón de Aquiles es una lesión realmente problemática. En este artículo vamos a contarte todo lo que necesitas saber si tienes la mala suerte de tener un tendón de aquiles roto.
Específicamente, vamos a explicarte:
- Cuáles son las causas de la rotura del tendón de Aquiles.
- Cuáles son los síntomas de rotura del Aquiles.
- Qué hacer ante un tendón de Aquiles roto.
Empecemos!
Qué es el TENDÓN DE AQUILES y para qué sirve
Los tendones unen los músculos a los huesos y el tendón de Aquiles es el que conecta los músculos de la pantorrilla con el dorso de tu talón.
Este tendón comienza en la unión músculo tendinosa de los músculos de tus pantorrillas donde es aplanado y luego se redondea a unos 4 cm de su inserción para finalmente, aplanarse de nuevo, expandirse e insertarse en la mitad de la superficie postero inferior del calcáneo (el hueso que forma tu talón).
El tendón de Aquiles es el responsable de trasmitir la fuerza de la contracción de los músculos que forman los conocidos gemelos (músculo gastrocnemio) y el soleo.
Esta fuerza se traduce en el movimiento de flexión plantar del pie.
Pese a que el tendón de Aquiles es el tendón más grueso y fuerte del cuerpo humano, puede sufrir lesiones de importancia como la tendinosis aquiliana o su rotura.
¿De qué sirve el tendón de Aquiles?
El llamado tendón de Aquiles es el tendón del gran músculo de la pantorrilla que conecta la parte inferior de la pierna con el hueso del talón. Permite levantar el talón y ponerse de puntillas.
En particular, los jóvenes que practican deportes, pero también las personas mayores que se someten a grandes esfuerzos, aunque su tendón se haya vuelto más frágil y tenga un suministro de sangre más pobre, son los pacientes típicos de la rotura del tendón de Aquiles. En una situación de máxima tensión en el tendón, como cuando se salta o se sube durante la práctica deportiva, puede producirse una rotura a pesar de la gran resistencia del tendón en general.
Qué es el Test de Thomson
El diagnóstico de una rotura del tendón de Aquiles puede hacerse de diferentes maneras.
El Test de Thomson comprueba la funcionalidad del tendón de Aquiles y ayuda a diagnosticar su rotura.
Clínicamente, en un desgarro completo se aprecia un hueco por encima de la articulación del tobillo. Además, la hinchazón y el enrojecimiento severos con una lenta aparición de la decoloración azul suelen desarrollarse rápidamente en las primeras horas después del evento.
Un especialista puede diagnosticar una rotura del tendón con un alto grado de certeza mediante un procedimiento conocido como la prueba de Thompson que se efectúa de la siguiente manera:
- El paciente se tumba en la camilla.
- Los pies se colocan sobre el borde del sofá.
- El médico aplica presión en la zona de la pantorrilla.
- Si el pie no se mueve o se mueve sólo ligeramente en la dirección del examinador, es decir, la planta del pie apunta hacia arriba, es probable que haya al menos un daño en el tendón
Rotura del tendón de aquiles: causas y síntomas
Una lesión en el tendón de Aquiles le puede pasar a cualquiera, ya seas un atleta o una persona con menos actividad física.
Las lesiones del tendón de Aquiles son comunes en personas que practican actividades donde aceleran, frenan abruptamente o cambiar de dirección rápidamente, como:
- Running
- Fútbol
- Baloncesto
- Tenis
- Voleibol
La rotura del tendón de Aquiles se produce cuando el tendón está completamente desgarrado o se ha separado completamente del hueso del talón.
Es una lesión dolorosa, molesta, incapacitante y de largo tratamiento que pondrá a prueba tu fortaleza anímica al máximo.
La rotura ocurre generalmente en la sección del tendón situada a aproximadamente 6 centímetros del punto donde se une al hueso del talón.
Esta sección puede ser propensa a la rotura porque el flujo sanguíneo es pobre, lo que también puede afectar su capacidad de cicatrización.
¿Por qué se rompe el tendón de Aquiles?
El llamado tendón de Aquiles es el tendón del gran músculo de la pantorrilla que conecta la parte inferior de la pierna con el hueso del talón.
Es una cuerda muy fuerte que permite levantar el talón y ponerse de puntillas.
En particular, los jóvenes que practican deportes, pero también las personas mayores que se someten a grandes esfuerzos, aunque su tendón se haya vuelto más frágil y tenga un suministro de sangre más pobre, son los pacientes típicos de la rotura del tendón de Aquiles.
En una situación de máxima tensión en el tendón, como cuando se salta o se sube durante la práctica deportiva, puede producirse una rotura a pesar de la gran resistencia del tendón en general.
❱ Cuáles son las causas
La rotura de un tendón de Aquiles suele suceder como consecuencia de una acción abrupta que excede la tensión que puede soportar.
Por ello, es normal ver que velocistas sufran esta lesión al comienzo de una carrera, cuando el tendón cambia abruptamente de la inactividad a la explosividad.
Los hombres mayores de 30 años son particularmente propensos a las lesiones del tendón de Aquiles.
Además, hay otros factores que pueden hacerte más propenso a tener este tipo de lesión:
- Usas tacones altos, que pueden estresar el tendón.
- Tienes «pies planos».
- Músculos o tendones de las piernas están demasiado apretados.
- Tomar medicamentos llamados glucocorticoides o antibióticos llamados fluoroquinolonas.
¿Como saber si he tenido una rotura del tendón de Aquiles?
Un signo muy característico de la rotura del tendón de Aquiles es un fuerte chasquido que suele oírse en las inmediaciones. Debido a la gran tensión a la que está sometido el tendón justo antes de la rotura, hace un sonido parecido a un latigazo cuando se rompe. Esta suele ser la característica decisiva señalada por los pacientes en la mayoría de los casos, especialmente en los casos en los que se ha producido un desgarro completo del tendón. También hay una aparición directa de un gran dolor en los músculos de la pantorrilla y el talón. Como consecuencia de la rotura, ya no es posible caminar de puntillas y levantar el talón del suelo. Esto se debe tanto al fuerte dolor como al hecho de que el tendón que antes era el responsable de ponerse de puntillas está ahora desgarrado.
❱ Síntomas de que tienes un tendón de Aquiles roto
El signo más obvio es el dolor en el talón, especialmente cuando estiras el tobillo o te pones de puntillas.
Si el tendón se rompe, el dolor es instantáneo y severo. El área también puede sentirse sensible, hinchada y rígida.
Inmediatamente después de que el tendón se haya roto, la mayoría de las personas tendrán dificultades para caminar.
El tendón de Aquiles roto impide que la fuerza de los músculos de la pantorrilla mueva el talón.
En todos los casos, el tobillo afectado no tendrá fuerza.
Si se rompe el tendón de Aquiles, es posible que escuche un chasquido o estallido cuando se produzca.
También podrías tener hematomas e hinchazón.
❱ Tiempo de recuperación de un tendón de Aquiles roto
Dependiendo de la gravedad de la rotura, antecedentes y tratamiento definido por el profesional médico tratante, la recuperación suele tardar entre 3/6 meses (el plazo más corto suele ser visto en atletas de elite).
Tratamiento de la rotura del tendón de aquiles
El tratamiento para una rotura del tendón de Aquiles depende de tu edad, nivel de actividad y la gravedad de la lesión.
En general, las personas más jóvenes y más activas, especialmente los atletas, tienden a elegir la cirugía para reparar un tendón de Aquiles completamente roto, mientras que las personas mayores son más propensas a optar por el tratamiento no quirúrgico.
❱ Tratamiento no quirúrgico
El método no quirúrgico generalmente se realiza en individuos de edad avanzada, inactivos y con alto riesgo de cirugía.
También se suele recomendar a personas que sufren de diabetes, aquellos con suministro deficiente de sangre al pie, pacientes con problemas nerviosos en el pie y aquellos que pueden no cumplir con la rehabilitación.
El tratamiento no quirúrgico evita los riesgos asociados con la cirugía, como la infección.
Sin embargo, un abordaje no quirúrgico podría aumentar tus probabilidades de re-rotura y el riesgo de que la recuperación lleve más tiempo
Este enfoque generalmente implica:
- Descansar el tendón usando muletas
- Aplicación de hielo en el área
- Tomar analgésicos de venta libre
- Evitar que el tobillo se mueva durante las primeras semanas, generalmente con una bota para caminar
¿Se cura una rotura del tendón de Aquiles sin cirugía?
En muchos casos, la rotura del tendón de Aquiles se trata sin terapia quirúrgica. En estos casos, el tendón suele estar sólo desgarrado. Incluso en personas mayores que no persiguen grandes objetivos en el deporte de competición, el tratamiento conservador de una rotura del tendón de Aquiles puede ser preferible a la cirugía, especialmente si el tendón ya es frágil y menos elástico. También es importante tener en cuenta las posibles enfermedades subyacentes en las personas mayores, que pueden provocar una peor cicatrización tras la cirugía o una mayor probabilidad de infecciones en las heridas. En estos pacientes se debe preferir la terapia conservadora y en este caso una rotura del tendón de Aquiles puede curarse sin cirugía con un reposo y entablillado adecuados y una fisioterapia posterior. Sin embargo, debe administrarse algún tipo de terapia, ya que si no se hace puede producirse un deterioro funcional importante del músculo de la pantorrilla y del movimiento del pie. Los tendones volverían a crecer juntos después de mucho tiempo, pero sin ninguna tensión, lo que provocaría un acortamiento importante del tendón.
❱ Tratamiento quirúrgico
La cirugía generalmente se sugiere para las personas jóvenes, sanas y activas.
Para los atletas, la cirugía es a menudo la primera opción de tratamiento.
El procedimiento quirúrgico generalmente implica hacer una incisión en la parte posterior de la parte inferior de la pierna y unir el tendón desgarrado.
Dependiendo de la condición del tejido roto, la reparación puede reforzarse con otros tendones.
Las ventajas de un abordaje quirúrgico incluyen un:
- Menor riesgo de tasa de re-rotura (0% -5%);
- La mayoría de las personas puede regresar a sus actividades deportivas originales (en un corto tiempo)
- La mayoría recupera su fuerza y resistencia.
Las desventajas de un abordaje quirúrgico incluyen el:
- Ingreso hospitalario.
- Complicaciones de la herida (infección, cicatrización, etc).
- Costos más altos.
Los procedimientos mínimamente invasivos reducen las tasas de infección sobre las de los procedimientos abiertos.
✪ Una rotura completa del tendón de Aquiles nunca se trata sin ayuda de un profesional médico.
Qué puedes hacer en casa para aliviar el dolor del tendón de aquiles roto
Es posible realizar algunos ejercicios de entrenamiento en la comodidad de tu propia casa para mejorar la movilidad.
En primer lugar, se recomienda que los ejercicios de entrenamiento se realicen siempre en paralelo y en consulta con su fisioterapeuta.
Por ejemplo, al principio tiene sentido mover y estirar pasivamente la articulación del tobillo y, por tanto, también el tendón de Aquiles, para recuperar la movilidad tras la larga inmovilización.
Para estirar el tendón de Aquiles, puedes ponerte de pie con la espalda recta y luego inclinar el cuerpo ligeramente hacia delante sin levantar los talones del suelo.
En una variación de este ejercicio, puede ponerse de pie con las puntas de los pies en un escalón y bajar los talones por debajo del nivel del escalón. Para ampliar este ejercicio de estiramiento y convertirlo en un ejercicio de fuerza, puedes impulsarte repetidamente desde la posición con los talones bajados hasta ponerte de puntillas en el escalón. Por seguridad, sujétese a una barandilla para estabilizarse.
Otro sencillo ejercicio de fortalecimiento puede realizarse con la ayuda de una cinta. Coloque la banda bajo los dedos del pie de la pierna afectada y sujete los extremos con las manos.
Después de levantar la banda, empújala de nuevo hacia el suelo repetidamente con los dedos de los pies. La realización de ejercicios regulares, incluso en la vida cotidiana, puede acelerar la acumulación de fuerza.
Como volver a entrenar después de recuperarte
Una vez que la cicatrización del tendón de Aquiles se haya producido y tu médico te dé la confirmación de que puedes iniciar la actividad física, llegará el ansiado momento de volver a correr.
A continuación, te daremos algunos consejos que te ayudarán a volver a correr de forma segura y reduciendo el riesgo de sufrir nuevamente la lesión.
Una vez que tu médico lo apruebe será posible volver progresivamente al entrenamiento y al running.
Cuéntale tus inquietudes y deseos; qué actividad quieres realizar; cuantos kilómetros te gustaría correr y el terreno en el que correrás.
Además de lo que diga tu médico, es muy importante que escuches a tu cuerpo en todo momento.
Después de un ruptura del tendón de Aquiles, las sensaciones que tengas al caminar serán vitales para decidir cuando y cómo realizar tu regreso al running.
Si no puedes caminar sin dolor (no hablamos de molestia), es una señal bastante clara de que aún no estás listo para regresar.
Sin embargo, es muy importante que tengas en cuenta que caminar sin dolor, no significa que puedas correr a la misma intensidad y volúmenes que antes de lesionarte.
Si puedes caminar una hora sin sentir dolor, estarías en condiciones de probar algunos minutos corriendo.
❱ Trabaja en el fortalecimiento general
Antes de empezar a correr, es muy importante que comiences un programa general de fortalecimiento de tus piernas y que le dediques buena parte de tu tiempo a la zona lesionada.
Por ello, el fortalecimiento de los músculos de la pantorrilla y de los músculos de los pies, será tan importante.
Sin embargo, como habrán pasado unos cuantos meses sin que hayas exigido tus piernas, será importante que las trabajes en conjunto.
A la hora de trabajar en la recuperación del tendón de Aquiles, el trabajo con ejercicios excéntricos resulta sumamente recomendable.
En este artículo podrás encontrar ejercicios efectivos. En lo que hace a los músculos de tus pies, no dejes de incluir estos cuatro ejercicios.
❱ Masajea y trabaja la flexibilidad de la zona
Además de fortalecerlos tus músculos, será normal que luego de meses de inactividad sufran de estas etapas de recuperación.
Por ello, hacer masajes en la zona de pantorrillas y pies, será vital para no exigir de más a tu talón de Aquiles recuperado.
En este enlace podrás encontrar una rutina de masajes completa para tus pantorrillas.
Una rutina completa de estiramientos, también te ayudará a volver sin riesgos y evitando las molestias.
❱ Recupera tu sistema aeróbico
Al dejar de entrenar por tanto tiempo, será normal que padezcas los síntomas del desentrenamiento y la pérdida de forma física.
Luego de 7/10 días sin correr comenzarás a perder algo de potencia muscular y coordinación (muy poco) y después de dos semanas sin correr, la capacidad aeróbica disminuiría un 6%; después de 9 semanas caería un 19% y luego de 11 semanas sin correr, podría caer hasta un 27,5 %.
Como consecuencia de ello, ni tus piernas estarán preparadas para grandes volúmenes ni intensidades, ni el resto de tu cuerpo. Por ello, siempre recuerda volver de a poco.
El entrenamiento cruzado de bajo impacto siempre será una alternativa válida para volver de forma segura y en mejores condiciones.
❱ Usa el R.I.C.E
Después de exigir tu tendón de Aquiles, recuerda aplicar la técnica RICE que significa: reposo, hielo, compresión y elevación.
Por ello, al terminar de entrenar, recostarte en una cama con las piernas en alto, aplicando hielo y compresión en tu tendón lesionado, te ayudará a no sufrir la vuelta. Reducir la inflamación y el dolor, siempre será recomendable.
Referencias usadas en «Rotura del TENDÓN DE AQUILES: Todo lo que necesitas saber»
- Erickson, BJ et al.: Is Operative Treatment of Achilles Tendon Ruptures Superior to Nonoperative Treatment? A Systematic Review of Overlapping Meta-analyses, The Orthopaedic Journal of Sports Medicine 2015, 3(4)
- Grifka, J.: Orthopädie Unfallchirurgie, 10. überarbeitete Auflage, Springer Verlag 2021
- Haaker, R.: Sportverletzungen – was tun? Prophylaxe und sportphysiotherapeutische Behandlung, 2. überarbeitete Auflage, Springer Verlag 1998
- Hüfner, T. et al.: Achillessehnenruptur – Moderne frühfunktionell konservative und operative Behandlungsmöglichkeiten sowie Rehabilitationsoptionen, Fuß und Sprunggelenk 2007 5(4):269-277
- Klöppel, G. et al.: Pathologie – Urogenitale und Endokrine Organe, Gelenke und Skelett, Springer Verlag, 2. Auflage 2016