Todos los días, nuevos corredores se inician en esta hermosa actividad física. Corredores novatos se mezclan con corredores experimentados en calles, parques, pistas y en cualquier lugar donde se pueda correr.
Aunque esta mezcla es sumamente beneficiosa para cada una de las partes involucradas, suele servir como una forma de divulgar algunos conceptos equivocados a los que consideramos simples mentiras.
A continuación, te mostramos cuatro mentiras que muchos corredores creen y que lamentablemente no dejamos de escuchar y ver una y otra vez.
4 Mentiras que arruinan tu rendimiento
1.- Para que el entrenamiento sirva debe doler
El esfuerzo tiene que ser realizado de manera inteligente, permitiendo que nuestro cuerpo asimile los entrenamientos que realizamos.
Correr no tiene que doler, nunca debes correr con dolor, debes aprender a distinguir incomodidad con dolor.
Sentir incomodidad en determinados entrenamientos es correcto (los entrenamientos de velocidad, por ejemplo), pero de ninguna manera pienses que correr con un dolor en tus rodillas, tobillos o cualquier parte de tu cuerpo es normal.
Probablemente, estos dolores sean los anuncios que te da tu cuerpo para que entiendas que estás haciendo algo mal. Son los dolores que debes aprender a escuchar, para evitar que te lesiones.
2.- Para recuperarme de una lesión solo tengo que reposar
Las lesiones afectan a una enorme cantidad de corredores, arruinan temporadas deportivas y disminuyen el rendimiento de quienes las padecen.
Aunque en determinadas lesiones (como una fractura), el reposo suele ser la mejor alternativa terapeútica, en otras tantas lesiones el reposo absoluto y la inactividad puede ser un grave error que no ayudará a que te recuperes.
Así, muchos corredores pasan de realizar duros entrenamientos, a un sedentarismo absoluto, que no solo no ayuda a que te recuperes, sino que aumenta las posibilidades de que te lesiones al volver al correr ya que la inactividad puede debilitar partes claves de tu cuerpo.
Algunas veces nuestro cuerpo necesita ayuda para repararse completamente y determinadas cargas de trabajo pueden ayudar a los tejidos a recuperarse con mayor facilidad.
No seas de esos corredores que no hacen absolutamente nada para recuperarse y permitir a su cuerpo repararse correctamente.
Claro que para determinar con exactitud qué hacer necesitarás de criterio (para que no empeores las cosas) y determinados conocimientos.
Justamente eso es lo que te proponemos, si estás lesionado no caigas en el error de la inactividad (no solo física), analiza, estudia y descubre como puedes ayudar a tu cuerpo a recuperarse mas rápido.
Si ingresas a este artículo, podrás ver algunos consejos para saber qué hacer cuando estás lesionado.
3.- No se puede correr dos días consecutivos
Muchos corredores creen que si no le dan descanso absoluto a sus piernas, caerán en el sobreentrenamiento y las lesiones. La conclusión: no corren dos días consecutivos.
Si bien es cierto que puede tomar 48 horas o incluso más tiempo para que un músculo se recupere por completo después de haber sido exigido al máximo, lo cierto es que no deberías exigirlo tanto en forma constante.
El manejo de la intensidad y el volumen de tus entrenamientos y como reacciona tu cuerpo a ellos , serán los que definirán si resulta recomendable o no correr dos días consecutivos.
La frecuencia de los entrenamientos es otro de los factores que un corredor debe «toquetear» para prepararse correctamente para cualquier distancia.
Para mantenerte alejado de las lesiones y convertirte en un mejor corredor día tras día, hay una regla que deberías conocer y respetar, nunca entrenes duro dos días consecutivos.
Jamás realices dos entrenamientos desafiantes para tu cuerpo en días consecutivos. ¿Que consideramos entrenamientos duros? Tempo, fondos, sesiones de velocidad, son algunas de las rutinas duras que nos tocarán en nuestro plan.
Alterna días duros, con días fáciles donde descanses completamente o hagas entrenamientos de recuperación y así disfrutarás mas y pasarás menos tiempo lesionado.
Haciendo esto y escuchando tu cuerpo, podrás correr todos los días reduciendo al mínimo los riesgos.
4.- Correr es malo para las rodillas
La rodilla está formada por la unión de dos importantes huesos, el fémur y la tibia; y de un pequeño hueso, llamado rótula, que reposa sobre la parte frontal de la articulación y se desliza sobre la tróclea femoral durante los movimientos de flexión y extensión de la rodilla.
La rodilla, es una articulación sinovial compleja, del tipo “bisagra” cuyo movimiento permite que puedan ser extendidas o dobladas.
Lamentablemente, las zonas del cuerpo más lesionadas en corredores son: a) la rodilla; b) pie y tobillo; c) pierna inferior; d) cadera y e) aquiles y pantorrilas.
Aunque no lo sepas, existen recientes investigaciones que demuestran que correr no incrementa las patologías/daños en las estructuras de la articulación de la rodilla.
Por ello, a continuación, te contaremos los detalles de algunos estudios realizados en corredores recreacionales que entrenaron (y participaron) de carreras de 42 kilómetros – maratón.
En un Estudio (Shellock et. al), se realizaron resonancias magnéticas en las rodillas de 23 corredores de maratón (ocho hombres, quince mujeres, distancia promedio de entrenamiento por semana: 41 kilómetros) para determinar la existencia de señales de anomalías en los meniscos.
Vale aclarar que ninguno de los corredores tenían lesiones o cirugía de rodilla.
Al comparar los resultados de las resonancias magnéticas con personas sedentarias, los investigadores encontraron que «la prevalencia de roturas de menisco en corredores de maratón no es mayor que la prevalencia reportada para las personas sedentarias, y los corredores tienen la misma cantidad de la degeneración del menisco que los atletas no corredores«
Otro Estudio similar pero mas amplio (Schueller-Weidekamm C et al) utilizó la resonancia magnética para analizar alteraciones en toda la articulación de la rodilla.
Para ello, se tomaron resonancias magnéticas de 22 corredores amateurs de maratón (antes y después de correr los 42km).
Los investigadores detectaron que, la evaluación de las resonancias magnéticas de rodilla, «… demuestra que correr una maratón no causa lesiones graves de los cartílagos , los ligamentos o de la médula ósea de la rodilla en los corredores bien entrenados».
Continuando con los estudios que demuestran que correr no arruina las rodillas, en una ingestigación de Krampla W et al, se compararon los resultados de resonancias magneticas de corredores amateurs de largas distancias realizadas antes, inmediatamente después y 6/8 semanas después de correr un maratón (la de la ciudad de Viena).
En base a los resultados de las resonancias, los investigadores concluyeron que «en personas sanas no se experimentaron efectos negativos a largo plazo. Las lesiones pre-existentes de los meniscos pueden ser un riesgo predisponente para la osteoartritis , provocada por el estrés de larga distancia».
El running por sí mismo, no tiene porqué ser dañino para tus rodillas. Sin embargo, cometer errores en la técnica de carrera y/o en la forma de entrenar, puede aumentar el riesgo de lesionar tus rodillas y otras tantas partes de tu cuerpo.
Sé inteligente, escucha a tu cuerpo y no te dejes arrastrar por la ansiedad de entrenar demasiado rápido o mas kilómetros de los que tu cuerpo puede tolerar.
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