Es inevitable, la vida de un runner está llena de aciertos y desaciertos.
En el artículo de hoy, te contaremos de un error muy común que casi ningún corredor tiene en cuenta y que puede generar grandes problemas en tu rendimiento.
HOY NO ERES EL MISMO QUE ANTES
El plan de entrenamiento es como una receta de cocina, donde cada entrenamiento y sesión de descanso (activo o pasivo) que realizas es uno de los ingredientes.
Si combinas bien los ingredientes, tendrás éxito en la preparación de la receta. Con tus entrenamientos, pasa lo mismo.
Si los combinas correctamente, tendrás éxito como corredor. Si los combinas equivocadamente, la decepción y el fracaso podrán ser los resultados.
Además, cada persona es única. No sólo sus características morfológicas, fisiológicas y psicológicas son diferentes. El ser humano es mucho más que la suma de éstas partes.
Por eso, es un error esperar reacciones idénticas entre dos individuos que realizan el mismo trabajo.
Y para complicar aún más las cosas, aquí aparece el gran error que muchos corredores olvidan, tampoco puedes esperar reaccionar siempre igual ante los mismos estímulos.
¿Qué quiere decir esto? Vamos a explicarlo con un ejemplo.
Supongamos que este año entrenaste de forma prácticamente perfecta y lograste tus objetivos deportivos. ¿El año que viene como entrenarías?
Probablemente, respondas: «de la misma manera, es lo que me permitió lograr mis objetivos» Aquí está el error.
Lamentablemente, ni tu cuerpo ni tu mente son iguales que el año pasado.
Si has hecho las cosas bien, tu cuerpo será más fuerte, más rápido y/o más resistente. Si hiciste las cosas mal, será todo lo contrario.
De una u otra forma, necesitarás estímulos diferentes, abrir tu cabeza, probar nuevas cosas y en definitiva evolucionar.
Claro que eso no significa que tengas que tirar todo por la borda y cambiar absolutamente todo, pero sí debes estar en una búsqueda constante de mejorar. O por lo menos es lo que desde RUNFITNERS pretendemos de nuestros lectores.
UNA MENCIÓN ESPECIAL PARA LOS CORREDORES MÁS GRANDES
El paso del tiempo trae envejecimiento y este, además de arrugas y pelos blancos, suele venir acompañado de una disminución del rendimiento deportivo.
En definitiva, los años no vienen solos.
Por eso, tu cuerpo no responde de la misma manera que hace 5, 10 o 15 años y por ello es esencial que realices algunos cambios importantes en tu forma de entrenar.
Si eres de los que dicen “corrí toda mi vida” o “he hecho deporte toda mi vida”, si bien es cierto que los efectos del envejecimiento pueden ser menores, inevitablemente te afectará.
Nuevamente, recuerda abrir tu cabeza y dejar abierta la posibilidad de probar cosas nuevas.
