Someterse a una cirugía, ya sea una operación de pecho o cualquier otra, puede suponer un riesgo para la salud, pero a la vez, puede cambiar la vida. Tomar medidas para estar lo más preparados posible y fuertes para que los resultados sean increíbles, es fundamental por muchas razones.
Profesionales como los que trabajan en Clínica Dexeus recomiendan la práctica de deporte antes de la intervención. ¿Por qué? Por los muchos beneficios que este aporta, tanto física, como mentalmente.
Estos son algunos!
Prepara tu cuerpo!
El ejercicio potencia una serie de reacciones en el organismo, ya que mejora la oxigenación y la reparación de los tejidos que tendrán participación en la cirugía.
Fortalecer los músculos
Uno de los principales beneficios del deporte antes de una operación quirúrgica es que se fortalecen los músculos y esto ayudará a que la regeneración de los tejidos sea mucho más rápida.
Mejora el sistema linfático y circulatorio
El ejercicio, junto con los masajes, ayuda a relajar al paciente, reduce su ansiedad y su estrés por la operación y esto incidirá de forma directa en su estado para la intervención y en los resultados de esta.
Mejora su estado físico
Estar fuerte físicamente antes de someterse a una intervención, es fundamental para que el paciente pueda soportarla, para reducir el tiempo de la cirugía y para fortalecer el sistema inmune. Además, es importante que lo hagan aquellas personas que han tenido subidas de peso repentinas o en las que su abdomen se ha visto deformado por embarazos, por
ejemplo.
Ayuda a la recuperación
Hacer deporte antes de una operación quirúrgica, ayuda a la recuperación, pues los músculos están fuertes y no se perderá masa muscular mientras se guarda reposo en cama. De hecho, se ha comprobado que quienes hicieron ejercicio antes de la operación, pudieron moverse con mucha más facilidad y mucho antes que los que no se ejercitaron.
Una buena alimentación también es importante
El ejercicio también debe ir acompañado de una buena alimentación, ya que de este modo, fortaleceremos mucho más el organismo que estará más preparado para someterse a una operación.
Esto junto con técnicas de relajación y la práctica habitual de deporte permite soportar mejor la intervención, favorece la recuperación y nuestro estado de ánimo aumenta
y mejora.
Por tanto, no se trata solo de hacer ejercicio, sino de tener un estilo de vida saludable con hábitos que se puedan mantener en el tiempo y que favorezcan nuestro físico, y nuestra salud emocional y mental. Las técnicas de relajación nos ayudarán a evitar el estrés y controlar la ansiedad que puede provocar el hecho de someterse a una intervención. Y dentro de estas podemos hablar de respiración profunda, terapias con música de la naturaleza y otras.
Cuando hablamos de ejercicio, no nos referimos a meternos en el gimnasio todos los días, sino que tener una rutina de caminar entre 20 o 30 minutos durante cinco días a la semana puede ser beneficioso.
